Esta tribu multiversal existe desde los orígenes de la vida. Se caracterizan por ser feas y andar en pequeños grupos de 3 o 4. Ya desde que nacen se saben que son hijas del mal, ellas no lloran cuando tienen hambre o sed o sueño...ellas solo lloran si oyen reir a alguien...no soportan la felicidad.
Hijas del mal las hay de cualquier edad y en cualquier lugar, y no se relacionan con ninguna otra tribu, pero pueden rodear a los gafapasta con cierto interés. A las poligoneras les encantan las hijas de mal, las gritan y las imitan continuamente.
Las hijas del mal, siempre hablan murmullando... gesticulan mucho, realizando casi siempre gestos desagradables. No les gusta nada y les encanta mirar para poder criticar.
Suelen vestir con rebequitas abrochadas de colores oscuros, pantalones anchos oscuros o vaqueros sin ninguna forma, y en verano usan blusa y falda ancha.
Las hijas del mal, pasan desapercibidas en un primer momento, hasta que consiguen agruparse. Jamás atacan solas, esperan a sus compañeras para iniciar la caceria. Y una vez todas juntas desarrollan planes de lucha a muerte. Las hijas del mal, siempre vencen... y cuanto más edad tienen menos tardan en vencer.
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