Sara, he estado en otro multiverso. Está habitado. Al principio creí que era una pesadilla pero enseguida me dí cuenta de que no. Allí hay unos seres que hablan en torno a una mesa, parecen personas pero no lo son. Creo que en ese multiverso no existe el tiempo. Fíjate qué curioso: hablan de forma ordenada, levantan la mano, cogen turno y esperan. Mientras esperan dormitan, algunos miran al que habla, pero ven a través de él. Nunca le escuchan El que tiene la palabra sólo tiene una preocupación: no soltarla. Como el tiempo no transcurre a nadie parece importarle. Lo que se dice no es relevante y normalmente ya lo ha dicho alguien antes. Lo más inquietante es que me pareció que cada uno sentía placer escuchándose a sí mismo y hasta en una ocasión juraría que uno de los hablantes tuvo un orgasmo: su tono de voz fue elevándose rítmicamente, al cabo de unos minutos gritaba y empezó a golpear la mesa cada vez con más fuerza; después se calmó y se calló ¿tú que crees?
Es muy difícil salir de ese multiverso. Ahora comprendo lo crucial que es el tiempo, si no existe puedes quedar atrapado, como los seres que ví.
Creo que había gafapastas.
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